miércoles, 13 de mayo de 2015

EL PROCESO DE ENSEÑANZA DE LA ESCRITURA: LA ESCRITURA EN ESPEJO.

La escritura en espejo es un término se refiere a personas que escriben las letras o números (incluso palabras completas o párrafos enteros) cual si se reflejaran en un espejo. Aunque realmente existen muy pocas investigaciones científicas realizadas en este campo, este fenómeno es muy antiguo y suele ser más común en las personas zurdas y en las idiomas que se escriben de derecha a izquierda.


Un “problema” no poco frecuente entre los niños de 5 a 7 años es la escritura en espejo. No obstante, aunque muchos padres se alarman cuando ven que sus hijos tienen escritura en espejo (quizás porque la confunden con la dislexia), la realidad es que es un fenómeno normal en los pequeños que están comenzando a aprender a leer y escribir.
 
 

La escritura “en espejo”, se produce cuando los niños escriben algunos números o letras al revés, orientados en posición contraria a la correcta. Podemos comprobarlo de una forma muy sencilla. Copiamos en un folio con un rotulador los siguientes números en tamaño
grande: 1, 2, 3, 4, 5, y 7. A continuación ponemos el papel enfrente de un espejo y observamos los números que se reflejan en él.
 
Hay muchas razones por las que un niño puede escribir de este modo:

- Está empezando a escribir los números y todavía no tiene la imagen de los mismos fijada.

- Está en pleno proceso de su desarrollo perceptivo y por lo tanto su percepción no está suficientemente desarrollada para percibir con claridad si un número está orientado hacia la derecha o hacia la izquierda.

- Cuando empiezan a escribir está en pleno proceso de de adquisición del esquema corporal y haciendo progresos en el dominio de su lateralidad, por lo tanto no puede tener una buena Orientación Espacial que le permita diferenciar con soltura los conceptos espaciales I.-D.

- Alguna vez puede ser uno de los síntomas de algo más complicado.

 - También puede ser debido a su poca atención, a su baja discriminación visual …
 
Aunque los dos motivos principales por los que se produce este fenómeno son los siguientes:
 
Problemas de lateralidad. En estas edades se pasa por un periodo crucial para establecer la lateralidad ya que es en este momento cuando los pequeños muestran una mayor preferencia por el uso de una mano u la otra. Sin embargo, en ocasiones los pequeños muestran una lateralidad cruzada o una lateralidad zurda. En este sentido vale aclarar que la dirección más natural que asumen los zurdos para escribir sería de derecha a izquierda (justo al contrario de las personas con lateralidad derecha y de nuestro sistema de escritura). Por ende, no es extraño que los pequeños deban pasar un periodo de entrenamiento antes de comprender esta dirección y asumirla en su escritura.
La mayoría de los niños pasan la fase de la escritura en espejo sin presentar mayores dificultades. Aunque obviamente, siempre es recomendable mantenerse atentos al posterior desarrollo de la lectura.
 
Problemas de la percepción visual. Cuando el niño debe aprender a leer y escribir su sistema visual debe ser suficientemente maduro como para que perciba las simetrías entre letras y a la misma vez debe haber desarrollado un sistema básico de orientación espacial. De esta forma comprenderá las simetrías entre pares de letras particularmente complejos como por ejemplo “b-d” con cambios a la derecha y la izquierda o las letras “b-p” con cambios arriba y abajo.
 
A la edad de 5 o 6 años algunos niños tienen dificultades para percibir estas simetrías por lo que suelen girar las letras de forma aislada ya que no perciben adecuadamente las diferencias entre una y otra. No obstante, estos problemas normalmente deben haberse superado a la edad de siete años.
 
Así, si bien la escritura en espejo no se evidencia siempre en todos los niños ni de forma sistemática; puede afirmarse que es una fase normal por la que pasan algunos niños cuando aprenden a escribir pero con un poco de ayuda extra estos problemas se resuelven rápidamente.
 
Para ayudar a los alumnos a superar esta dificultad, proponemos dos tipos de actividades para trabajar con ellos:

a. Ejercicios no gráficos: relajación, de psicomotricidad, de percepción visual, coordinación viso-motora, orientación espacio-temporal, atención, etc.

b. Ejercicios gráficos: la realización de trazos rectos, curvos, líneas quebradas, onduladas, bucles grandes y pequeños, giros con desplazamiento hacia la derecha, realización de dibujos, etc.

 
Fuente: http://actividadesinfantil.com/archives/8584