El labio leporino o fisura labial es uno de los defectos
congénitos más frecuentes, y afecta a uno de cada 500 bebés recién nacidos. Los
suplementos de ácido fólico, antes y durante el embarazo, ayudan a prevenirlo.
El labio leporino o fisura labial es parte de un abanico
de defectos orofaciales que comprenden el labio leporino y el labio leporino
con paladar hendido. Es uno de los defectos congénitos más frecuentes, ya que
afecta aproximadamente a uno de cada 500 recién nacidos. Se trata de un
problema que puede estar integrado en algún síndrome con más alteraciones, o
presentarse de forma aislada.
Durante la fase embrionaria, hay zonas del cuerpo que
están abiertas, y se va cerrando a lo largo del tiempo. El labio leporino y el
paladar hendido no son más que defectos en el cierre de la parte media de la
cara (la unión entre la zona nasal medial y la maxilar superior). Su
manifestación es una fisura (más o menos grande, dependiendo de los casos)
entre el labio superior y la fosa nasal. Puede extenderse hacia atrás,
dividiendo también la encía y el paladar.
La cara cumple una función muy importante a nivel
emocional y psicológico, y al tratarse de una afección muy espectacular que
afecta al rostro, lo que en principio es un simple defecto de cierre, que no
afecta directamente a las funciones vitales, se convierte en un drama para las
familias. Puede convertir a un bebé con las mismas necesidades de cariño que los
demás en objeto de rechazo.
El término labio leporino procede del latino 'leporem'
(liebre). En la actualidad, esta referencia no parece muy afortunada, por lo
que se prefieren otros términos como labio fisurado o fisura labial. Se utiliza
también el término FLAP (fisura labio-alveolo-palatina) para hacer referencia a
la fisura que implica el labio, la encía y el paladar.
CAUSAS DEL LABIO LOPORINO O LA FISURA PALATINA.
La fusión del proceso nasal y del maxilar se produce tan
pronto como en la 5ª semana de embarazo. El origen del labio fisurado se
encuentra en una mezcla entre factores genéticos predisponentes y factores
ambientales que lo desencadenan. Es más frecuente en varones, pero se transmite
más a partir de madres con casos bilaterales.
En la última década se han identificado mutaciones en
varios genes y se ha comprobado que no sólo mutaciones, sino interacciones
complejas entre algunos genes, pueden llevar a la formación de la fisura
labial. Parece que estos genes son susceptibles al tabaco y a la deficiencia de
ácido fólico, pero aún hay mucho por conocer en este sentido.
DIAGNÓSTICO DEL LABIO LEPORINO.
El diagnóstico prenatal de la fisura labial se lleva a
cabo en el segundo trimestre de embarazo, a través de la ecografía de rutina.
El diagnóstico del paladar hendido con la ecografía bidimensional estándar es
más difícil, aunque hay algunas pistas como movimientos anormales de la lengua.
Con la ecografía tridimensional es más fácil confirmar el diagnóstico.
El impacto emocional de la fisura labial y el paladar
hendido ha hecho que haya sido considerado como un motivo para la interrupción
del embarazo. Este asunto está sujeto a gran controversia pues, hoy por hoy, es
una enfermedad grave pero no supone una amenaza para la vida del feto, del bebé
o de la madre.
Los niños con fisura labial suelen necesitar varias
cirugías durante sus primeros años por parte de cirujanos maxilo-faciales o
plásticos, otorrinolaringólogos y dentistas. La primera cirugía de cierre se
suele hacer en el segundo trimestre de la vida del bebé. Se pueden aprovechar
las primeras cirugías para colocar tubos de drenaje timpánicos que ayudan a
evitar las otitis.
PREVENCIÓN DEL LABIO LEPORINO.
El conocimiento de las bases genéticas puede llevar a
prevenir el labio leporino o la fisura labial a través del consejo genético.
Las investigaciones sugieren que tomar suplementos de vitaminas con ácido
fólico antes del embarazo y durante el embarazo previene el labio leporino,
igual que previene los defectos de
cierre del tubo neural. La prevención tiene especial importancia en familias que
ya tienen algún caso, sobre todo si alguno de los padres tuvo fisura palatina.
En estas familias, los suplementos de ácido fólico podrían disminuir los casos
hasta menos de la mitad.
Existen guías detalladas para padres, como la del
Gobierno de Navarra, que pueden ayudar a entender la enfermedad y el proceso de
tratamiento.
Fuente: http://www.webconsultas.com/bebes-y-ninos/afecciones-tipicas-infantiles/diagnostico-tratamiento-y-prevencion-del-labio-leporino