jueves, 26 de noviembre de 2015

YO TAMBIÉN DIGO NO A LA VIOLENCIA DE GÉNERO.

La violencia de género es un problema de todos, no solo de las víctimas. Entre muchas razones porque la sociedad tradicional nos enseña a menospreciar y a someter lo femenino, a juzgar a las mujeres por su aspecto y a no tener piedad a la hora de cuestionar si es una mujer…

Porque decimos aquello de que “quienes de pequeños se pelean, de mayores se desean”, porque cuando nos han educado nos han dicho eso de que “si te pega es porque le gustas” y nosotros hemos tomado un mal ejemplo para educar a nuestros niños.




Porque quizás aquello de que “los niños son crueles” en verdad tiene mucho más que ver con la crueldad consciente e inconsciente de la sociedad del mundo adulto. Y es que todos podemos comprender sin esfuerzo lo que quieren decir expresiones como “corre como una chica”, “se pelea como una chica”, “se ríe como una chica” y todas sus vertientes.

Como si “ser chicas” nos situase fuera del espectro de la fortaleza, nos hiciese débiles, incapaces y torpes. Pero lo peor de todo es que convivimos, comprendemos y, en el peor de los casos, toleramos ese tipo de “creencias” con total naturalidad.

Aunque esto solo es la punta del iceberg, constituye la causa y consecuencia de que cada 25 de Noviembre tenga que ser dedicado de manera simbólica a pelear contra la lacra social que constituye la violencia de género.

Cuando miras a una persona que ha sido maltratada, ya no se puede parar de ver
Al año mueren miles de mujeres a manos de personas que las asesinan y las maltratan solo por el hecho de ser mujeres. Tristemente y dicho de manera simple, esta es la horrorosa realidad.

Y es que existen millones de personas violentas que son producto de un sistema histórico sometimiento y opresión hacia las mujeres, que justifica que se nos explote, que se nos cosifique, que se nos reduzca, se nos domine y se nos asesine.

¿Por qué? Porque vivimos en una sociedad enferma que tolera la visión de la mujer como un ser inferior y que crea seres que consideran que pueden apropiarse y manejar el cuerpo y los sentimientos de una mujer a su merced.


OTRA MANERA DE EDUCAR SÍ ES POSIBLE.

Para decir “Ni una menos”, tenemos que comenzar por educar y concienciar a nuestros niños y jóvenes de una manera igualitaria. Tenemos que apostar por dejar de lado los “ideales” de princesa indefensa y de machito violento, pues son el germen de maltrato hacia la mujer.

Porque el asesinato, la parte más visible de la violencia de género, es el último peldaño de un escalafón que comienza con una educación deficitaria, que alimenta las dependencias y las necesidades, que genera un maltrato y que acaba matando física y psicológicamente.

En este sentido, por ejemplo, hay un alto porcentaje de la población mundial que no comprende el maltrato psicológico como violencia de género o que no entiende que el hecho de “someter” sea agredir a la persona involucrada.

Así que nuestra sociedad está necesitada de la puesta en marcha de una gran labor educativa, pues solo la pedagogía puede salvarnos de la violencia. Por eso, hoy queremos recordar que…

-El aislamiento social y afectivo… SÍ ES MALTRATO.

-El chantaje emocional… SÍ ES MALTRATO.

-Los insultos cubiertos y encubiertos… SÍ ES MALTRATO.

-El control del móvil, de las cuentas personales y de las redes sociales… SÍ ES MALTRATO.

-Las amenazas y los menosprecios… SÍ ES MALTRATO.

-El control del vestuario…SÍ ES MALTRATO.

-La indiferencia emocional…SÍ ES MALTRATO.

-La agresión verbal, los comportamientos dominantes (amenazar con terminar la relación) y los celos… SÍ ES MALTRATO.

-La discriminación social, laboral o económica… SÍ ES MALTRATO.

Así, si comenzamos desde la base, obtendremos un castillo bien formado a partir del que alimentar una sociedad en gran parte sana y limpia de maltrato, violencia y prejuicio.


LA VIOLENCIA DE GÉNERO NO TIENE EDAD.

Es especialmente importante “reeducar desde abajo”  dado el “rejuvenecimiento del maltrato” que se manifiesta en la actualidad. El sometimiento en nombre del amor está plenamente normalizado en gran parte de nuestros jóvenes y adolescentes.

Esto es extremadamente preocupante teniendo en cuenta que es en esta etapa en la que se comienza a dar forma a las creencias y aprendizajes sobre el amor y la relación de pareja.

Es aquí cuando el amor más se idealiza y sucumbe al patrón de delicadas princesas necesitadas de un príncipe que las proteja y les ayude a caminar por la vida con la fuerza, la determinación, el arrojo y la dominancia que deben caracterizar a un gran hombre.

Es en estos períodos en los que se banalizan y normalizan las conductas violencias y se inserta en las mentes la idea de que en el amor vale todo y que si no aguantas, no estás “luchando por tu amor”.

Asimismo, no solo debemos educar en la igualdad, sino en la responsabilidad de hacer frente a la violencia y al maltrato en contra de las mujeres por el hecho de ser mujeres. Es crucial que enseñemos a que “decir NO” también es posible y, sobre todo, necesario.


DE PRINCESAS A INGENIERAS.

Debemos romper “el aislamiento del rosa” y empoderar aquellos juguetes, objetos, ropas y herramientas que nos sirvan para entrenar a nuestros niños en el valor de la igualdad y en un “no al conformismo”.

Que lo que rodee a nuestros niños sea aquello que les ayude a pensar y a tener criterio propio, que promuevan la capacidad de potenciar habilidades y de acercar la tecnología como algo divertido y atrayente.

Y si quieren ser princesas, que lo sean, pero fuertes e independientes. Y si quieren ser ingenieras, que lo elijan libremente y que sigan siendo fuertes e independientes.
Asimismo, a los chicos debemos enseñarles que hay una `nueva´ forma de ser hombres. Porque mostrarse masculino es ser cariñoso, cuidar a los demás, expresar sus emociones, respetar, luchar por la igualdad de género, evitar los sacrificios y los sufrimientos a los que se somete a la mujer, abandonar la violencia, cuidar del hogar, etc.

Ojalá dentro de poco podamos borrar del calendario que el 25 de Noviembre es el día en contra de la Violencia de Género. Ojalá podamos deshacernos de él y olvidarnos de que existe, porque entonces habrá llegado el momento en el que las mujeres no seremos vulnerables y nadie se crea con el derecho a maltratarnos ni de hacer con nuestra vida lo que se les antoje.


CUANDO MALTRATAN A UNA MUJER, 
NOS MALTRATAN A TODOS.


Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/tambien-digo-no-la-violencia-genero/