Es muy común escuchar que los niños tienen miedo a la
oscuridad. Psicológicamente es normal ya que este tipo de temor es
característico de una etapa evolutiva del psiquismo humano necesaria para la
constitución de la psiquis. Los terrores nocturnos, el miedo a la oscuridad, a
quedarse solo y a los extraños, entre otros, son algunos indicadores naturales
del proceso evolutivo, por ello, en el caso de los niños, no debería ser una
preocupación.
Ahora, si estas manifestaciones naturales de la evolución
del psiquismo se mantienen o resurgen más allá de la infancia, hay algo en el
proceso normal que no se está consolidando adecuadamente.
Para los niños es
importante superar este miedo, y para ellos, los educadores podemos ayudar a
través de juegos como algunos expertos en temas de sueño recomiendan. Jugar en
la oscuridad durante el día, con las persianas de la habitación bajadas, es
ideal para que los niños vayan aceptando la oscuridad como algo natural.
De esta forma, se desmitifica la oscuridad
como tal y el niño se familiariza con la ausencia de luz.
Esta actividad
permite al niño disfrutar con juegos como las sombras de los dedos en la pared,
la búsqueda de cosas escondidas o las adivinanzas sobre lo que está tocando y
no ve. Inventar secretos para acabar con los monstruos también ayuda al niño a
dominar el miedo a la oscuridad.
Algunos de los juegos que podemos llevar a cabo en el
aula con nuestros alumnos para ayudarlos a superar estos miedos son los
siguientes:
LA NOCHE DE LOS TESOROS.
Objetivo: descubrir los tesoros escondidos que brillan.
Material: todo tipo de objetos brillantes (juguetes
fluorescentes, espejos, caramelos envueltos en papel de plata, etc.), linternas
para los alumnos.
Antes del juego: coloca los tesoros por la clase . Ten
cuidado de no esconderlos demasiado para que puedan brillar en la oscuridad a
la luz de una linterna.
Se bajan las persianas y se deja la clase a oscuras,
todos los buscadores de tesoros se ponen en la salida, solos o por equipos. El
ganador es el que encuentra el mayor número de objetos y el super-ganador el
que encuentra los tesoros más pequeños.
Si quieres hacerlo más intrigante, con niños más mayores,
puedes exigirles que cada vez que encuentren un tesoro lo depositen delante del
‘guardián de los tesoros’, quien les pondrá una adivinanza o reto antes de
dejarles salir de nuevo a la búsqueda.
El juego debe realizarse en pequeños grupos de 5 ó 6
alumnos.
EL ÚLTIMO JEDI ¡¡QUÉ LA FUERZA DEL SILENCIO TE ACOMPAÑE!!
Objetivo: Percibir sonidos en la oscuridad y
identificarlos con el movimiento de un compañero.
Material: vendas si no está lo suficientemente oscuro.
Sentados en círculo al estilo de la asamblea de clase,
todos los jugadores se colocan mirando
hacia afuera. El Jedi se pone en el centro del grupo en cuclillas y se va
arrastrando hacia uno de los jugadores haciendo el menor ruido posible para
sorprenderlo dándole en la espalda.
Si el jugador oye que el Jedi se acerca, levanta la mano
y dice: ‘El Jedi se acerca’. El Jedi tiene que volver hacia atrás y empezar
otra vez. Cuando toca a algun compañero sin que se aprecie de ello, es cuando
cambian los roles y el nuevo “Jedi” vuelve al centro.
¿CUÁNTO DINERO TENGO?
Objetivo: Adivinar por el tacto cuanto dinero tiene en
las manos.
Material: Diez
monedas y si no hay suficiente oscuridad, se vendan los ojos.
Sentados en círculo en la oscuridad, el jugador que tiene
las monedas le da las primeras a su vecino en la mano.
Este intenta adivinar, al tacto, el valor de la moneda,
se lo graba en la memoria y se la pasa a su vecino.
Cuando las diez
monedas han pasado por todas las manos y han vuelto a su propietario,
cada jugador dice la cantidad que cree haber tenido entre las manos. El ganador
es el que más se acerque a la verdad…
Con alumnos pequeños se deben contar sólo el número de
monedas, con los más mayores se puede contar su valor.
LA BÚSQUEDA DEL TESORO, ¡PIRATAS Y CORSARIOS, ADELANTE!
Objetivo: Encontrar tesoros escondidos ayudados de la luz
de las linternas. Este juego es ideal
para realizar durante las “convivencias
escolares” antes de ir a dormir.
Material: una linterna por equipo, lápiz y papel y
tesoros.
Cada equipo entierra en secreto un super-tesoro
(caramelos, chocolates, etc.) antes del juego. Luego dibuja un mapa con el
emplazamiento exacto del tesoro y los recorridos para llegar a él. Por la
noche, ¡intercambiad los mapas! ¿quiénes encontrarán antes el tesoro? ¿Los
corsarios o los piratas? Una vez se encuentre el tesoro, una enorme fiesta con
golosinas nos estará esperando.
Para que no sea demasiado fácil se pueden poner algunas
pistas falsas en el mapa, además de las indicaciones correctas.
Una variante sobre el mismo juego es partir el mapa en
trozos de forma que del primer trozo se llegue al segundo y así sucesivamente…
hasta el tesoro final. Si en cada caso se incluye alguna adivinanza o acertijo,
el juego será mucho más emocionante. ¡Ánimo, piratas!
LA GALLINITA CIEGA.
Con la luz encendida, vendamos los ojos a un alumnos y este tiene que buscar a los compañeros por
el aula . Otra variante es ponerlos todos en círculo, y “la gallinita” ha de
tocar a un compañero y por el tacto adivinar quien es.
¿QUÉ ANIMAL SOY?
En este juego vendamos los ojos a un alumno, y al resto
de los compañeros les enseñamos una imagen de un animal. A la señal de la
profesora, los alumnos imitan el sonido del animal. El que tiene los ojos
vendados ha de adivinarlo.
Empezaremos por sonidos fáciles como el del perro o
el gato, e iremos aumentando la dificultad como los sonidos del mono o el asno.
E iremos aumentando el tiempo entre sonido y sonido, así el niño será capaz de
permanecer más tiempo a oscuras.
Como en los anteriores casos elogiamos los
aciertos del niño.
Esto es una pequeña muestra de los diferentes juegos que
podemos realizar para trabajar el miedo a la oscuridad en el aula. En casa también podéis realizar estos juegos con vuestros hijos.
Fuente: http://actividadesinfantil.com/archives/6569