Desarrollar el hábito lector, sobre todo desde las edades más tempranas, es muy importante para que los niños adquieran una sólida base intelectual, y siendo adultos nos ayuda a saber más y tener entrenado nuestro cerebro. La lectura y la escritura son el medio de adquisición y transmisión de conocimientos más extendido, y tener un buen nivel de comprensión lectora es imprescindible para obtener un óptimo rendimiento académico.
Los adultos debemos introducir a los pequeños en el fantástico mundo de las letras e inculcar el hábito lector en ellos, ya que se convertirá en la base de mucho del aprendizaje posterior. El mejor medio que tenemos de lograr que les guste leer es dando ejemplo, difícilmente haremos de nuestros hijos y alumnos niños lectores si jamás nos ven con un libro en las manos. De poco vale decirle a un niño que lea si nosotros mismos no les transmitimos la sensación de que es una actividad placentera y divertida. De pequeños, imitamos casi todo lo que hacen los adultos de nuestro alrededor, así que si nos ven leer varias veces durante la semana no tardarán en querer hacerlo ellos también.
Y es que se trata de una actividad muy importante y es bueno ser conscientes de cómo influye el hábito de leer en los niños.
Podemos animarles a que se nos unan en la actividad, leyendo junto a nosotros en la misma habitación. Leerles cuentos es una actividad fantástica que además crea unos lazos especiales entre los niños y los mayores.
Debemos fijar un horario para leer. Suele ser recomendable fijar una rutina cómoda de cumplir. Por ejemplo, reservar un horario para leer, como después de comer o antes de dormir. Así, la lectura se convierte en una actividad más del día a día y no requiere tanto esfuerzo ponerse a ello.
Otro aspecto que debemos tener en cuenta es elegir lecturas adecuadas a su edad. Si no entendemos lo que estamos leyendo, nos vamos a aburrir al instante y la lectura se convertirá en algo desagradable. Conviene ir introduciendo a los niños a la lectura con contenidos divertidos y fáciles de asimilar, como libros infantiles (incluso adaptaciones de obras clásicas, si se quiere) y cómics.
Llevemos a los niños de visita a alguna biblioteca, organicemos una visita a una librería o si tenemos la oportunidad acudamos a la feria del libro. Debemos poner en contacto a los niños con los libros, y que mejor lugar para ello que los citados anteriormente.
Visitar con frecuencia y adquirir nuevos libros son una actividad culturalmente hablando de lo más saludable.
Aprovechemos un aniversario o fiesta infantil para regalar un libro al agasajado. “El regalo de un libro, además de un obsequio, es un delicado elogio”, según reza el dicho. Regala libros o pide que te los regalen para tu cumpleaños, así no podrás decir que no tienes nada nuevo que leer. Pero además, por otro lado para los niños es un método perfecto para estimularles a que no dejen de leer y vean además que un libro es un objeto realmente muy valioso.
Estas son algunas de las pautas de actuación que podemos llevar a cabo con nuestros alumnos o con nuestros hijos para lograr hacer de ellos unos grandes lectores.
Fuente: http://actividadesinfantil.com/archives/9173