Cuando pensamos en las relaciones entre
padres (educadores) e hijos somos conscientes de su dificultad. Cada
personita a la que debemos educar tiene su propio carácter. Carácter que muchas
veces entra en conflicto con el de sus mayores y aparecen los primeros
problemas. Es cuando nos surgen las dudas, ¿qué podemos hacer los adultos para
ganarnos el respeto y la autoridad sin caer en el abuso simplemente por el
hecho de ser mayores o de ser sus padres o maestros?
– La Paciencia. Hemos de preparar una
buena dosis de ella, muchas dosis de ella diría yo!!
– El Estar. Es imposible educar a los niños
en la distancia, debemos estar ahí, acompañándolos día a día, apoyándolos,
hablando con ellos, mostrándoles nuestro cariño, guiándolos…
– El Ejemplo. No podemos pretender que
nuestros hijos no hagan lo que nosotros les mostramos. Si utilizamos un
lenguaje soez, no tenemos autoridad moral para exigir que ellos no lo
“repitan”, etc. Hemos de educar con el ejemplo: un lenguaje adecuado, correcto
y respetuoso, unas buenas relaciones con los que nos rodean, un trato de
respeto hacia las demás personas, una adecuada alimentación, etc.
Recordad que ellos aprenden más del ejemplo
que les mostramos que de lo que les decimos que pueden o no hacer.
Aún así, siempre encontraremos niños díscolos
que , por distintas razones, muestran un comportamiento que no es el adecuado.
En estos casos, deberemos armarnos de más paciencia aún y pensar que cuando se
niegan a hacer algo, es imposible imponérselo, con lo que deberemos educar
enseñando que es lo que no puede hacer. Y siempre de manera tranquila (cuándo
adultos y pequeños están nerviosos no se llega a ningún lado).
Lo fundamental no es que los niños aprendan
lo que se debe o no hacer, sino que aprendan a escucharnos cuando les
explicamos el porqué algo no se debe hacer o, por el contrario, está bien que
se haga.
Para facilitarnos esta tarea están las normas,
que en muchas ocasiones, sobre todo cuando son más pequeños, se deben de
introducir como si de un juego se tratara.
Algunos orientaciones para poner normas a los
niños son las siguientes:
– Debemos poner normas sobre cosas que
hagamos de manera habitual, no sobre aquello que solo lo hacemos muy
esporádicamente.
– Debemos enseñar las normas antes de que las
cumplan, no esperar a que lo hayan hecho mal para llamarles la atención.
– Debemos explicar el porqué algo está mal
hecho, pero no debemos negociar con ellos. Hemos de mostrar firmeza sin mostrar
por ello enfado.
– Debemos imponer alguna sanción
(proporcionada a la edad y a su actitud), y explicarla previamente. En caso
necesario se debe aplicar tan pronto como se incumple la norma acordada. Por
ejemplo, si avisamos a los niños de que si se pelean entre ellos por un juguete
este se guardará de inmediato, debemos guardarlo en el caso de que aún
habiéndoselo explicado previamente los niños se pelean por él.
– Y, lo más importante, jamás debemos olvidar
que en todo lo que hagamos para educar a nuestros hijos o alumnos debe
estar presente el cariño y amor que les tenemos.
Fuente: http://actividadesinfantil.com/archives/10502