Se acaba de publicar una investigación que pone de
manifiesto la relevancia de la estimulación del lenguaje oral en edades
infantiles para prevenir dificultades futuras y potenciar las habilidades
lingüísticas.
El estudio longitudinal realizado por Morgan, Farkas,
Hillemeier, Hammer y Maczuga (2015) en 8.650 niños desde los dos años hasta
educación primaria, revela la importancia del vocabulario oral en el desarrollo
y rendimiento educativo posterior. Concretamente, este trabajo muestra cómo
aquellos escolares que desde los veinticuatro meses tuvieron mejor desarrollo
del vocabulario oral, obtuvieron mejor rendimiento académico en educación
primaria y menos problemas comportamentales. Por el contrario, aquellos escolares
que en los primeros años de vida tuvieron menor estimulación del lenguaje oral,
obtuvieron menor rendimiento académico y mayor número de problemas
conductuales.
Los resultados de este trabajo, invitan a reflexionar en
varias líneas, por un lado, en la base neuropsicológica del lenguaje oral como
plataforma para el desarrollo de otros procesos cognitivos superiores, por otro
lado, en la relevancia del vocabulario sobre otros procesos lingüísticos para
estimular en edades tempranas y, por último, en la responsabilidad de los
profesionales de la educación y padres en el desarrollo infantil.
En síntesis,
la estimulación del lenguaje oral es importante porque predice en el futuro un
mejor rendimiento escolar y social del alumnado.
Neuropsicológicamente, en la ruta funcional del
vocabulario están implicadas la corteza cerebral y estructuras subcorticales
que actuando simultáneamente permiten reconocer, almacenar información y el
acceso a dicha información. Algunas pautas para trabajar en edades tempranas el
vocabulario son las siguientes:
- Presentar objetos, decir su nombre y para qué sirven.
- Escuchar dos sonidos, discriminarlos y seleccionar el
objeto correspondiente que lo produce.
- Localizar un sonido y decir nombre del objeto.
- Repetir versos, canciones y cuentos cortos.
- Hacer pequeñas frases con objetos y personas.
- Nombrar objetos, personas.
- Dar y seguir órdenes sencillas: “dame el zapato”.
- Utilizar la entonación de las palabras.
- Juegos de secuenciación y/o ritmo: nombrar cada secuencia
y/o ritmo.
- Articulación: imitar ruidos de animales, etc.; hinchar
globos, subir y bajar la lengua, etc.
- No imitar cuando hable mal.
- Reforzar cuando hable bien y corregir cuando se cometan
errores.
- No emplear lenguaje infantil.
- Pronunciar alto y claro.
- No terminar los finales de palabras.
Fuente: http://blogs.unir.net/4424-lenguaje-oral-en-edades-tempranas-por-que-es-importante