Seguro que estamos de acuerdo en que las personas, por el
simple hecho de serlo, nos equivocamos. Todos cometemos errores y todos nos
hemos visto alguna vez en una tesitura de la que creíamos que nos sabríamos
salir. Incluso, en más de una vez hemos tomado la determinación de actuar bajo
la regla del ‘ojo por ojo’.
¿Quién no ha hecho daño a alguien alguna vez? La gran diferencia que nos hace ser mejores personas de lo que somos está en la actitud que tomamos al respecto.
“Nunca es tarde para pedir perdón.
Nunca es tarde para empezar otra vez.
Nunca es tarde para decir yo me equivoqué.”
-Anónimo-
Entre las palabras más conocidas de Gandhi podríamos incluir aquellas con las que damos nombre al artículo y que nos sirven para hablar de rencor, venganza o perdón, por ejemplo. Estas palabras nos tocan muy de cerca en nuestro contacto directo con las personas que nos rodean y, por ello, marcan la dirección de muchas reflexiones que podemos tener a diario.
EL ERROR NO ES TUYO, PERO PODRÍA SERLO.
Equivocarse, como hemos dicho, es totalmente humano. El
mundo en el que vivimos nos exige estar a la altura de relaciones que están
continuamente pidiendo nuestra atención, por lo que es mucho más complicado
mantenerlas y conservarlas.
Consecuentemente, este último hecho nos conduce a caer
más fácilmente en situaciones en las que no estemos a la altura de las
circunstancias o fallemos por completo. Sobre todo somos conscientes de ellas
cuando las personas a las que nos referimos son familiares, amigos o nuestra
propia pareja.
En este sentido el error, casi innato, puede verse desde
distintas perspectivas: podemos equivocarnos con nosotros mismos, con los demás
o que sean los demás los que se equivoquen con nosotros. En cualquiera de los
casos sería beneficioso tener presente aquello con lo que comenzábamos: ‘ojo
por ojo y el mundo se quedará ciego’.
EL RENCOR Y LA VENGANZA SÓLO TIENE UNA DIRECCIÓN.
Cuando los demás nos decepcionan o nos traicionan
sentimos un gran vacío que nos vemos obligados a reparar. Es, entonces, el
momento en el que antes de tomar cualquier decisión sería bueno que nos
preguntáramos: ¿hasta qué punto la venganza o el rencor es el camino? ¿Podría
ser yo quien estuviera en esa situación a la inversa?
Las consecuencias de una actitud negativa es que ésta se
convierta en nuestro propio lastre: la violencia engendra violencia y la
venganza entraña venganza, que se suele decir.
“Jamás uses algo como la venganza para aliviar tu dolor.
Solo espera. Aquellos que hieren o hacen algo mal, suelen destruirse por sí
solos.”
-Anónimo-
Una actitud de rencor y odio solo tiene una dirección,
por tanto, y esa es la de hacer daño a nuestra propia persona: los sentimientos
negativos se potencian y no son ninguna solución. Si todos castigáramos los
errores de los demás, si todos viviéramos bajo la pauta del ‘ojo por ojo’,
nunca creceríamos como personas.
EDUCAR CON EL PERDÓN PARA VIVIR.
Ante estos sentimientos negativos se encuentran la
justicia y el perdón que, entre líneas, propone Gandhi: igual que cuando
estamos en el lugar del que se equivoca necesitamos urgentemente el perdón del
otro, cuando es al revés debemos ser capaces de perdonar.
“Una persona es grande cuando perdona, cuando comprende,
cuando se coloca en el lugar del otro, cuando actúa no de acuerdo con lo que
esperan de ella, sino de acuerdo con lo que espera de sí misma.”
-Martha Medeiros-
Educar con el perdón para poder vivir es fundamental, más
aún en los momentos que nos superan. El
olvido y el aprendizaje parten de ahí, de la posibilidad que nos queda para
seguir con nuestra vida y entender los errores; pues solo de esta manera los
demás pueden superar los suyos.
Así, la expresión ojo por ojo y el mundo se quedará ciego
cobra sentido en lo más profundo de la existencia humana y en su capacidad de
autosuperación. El mundo que nos quedaría si no tuviéramos la misma capacidad
de errar que de perdonar sería muy triste y se autodestruiría.
Se trata de entender, aunque a veces duela, que castigar
porque nos han castigado solo conduce al dolor y nunca a la felicidad que
siempre debemos buscar.
Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/ojo-ojo-mundo-se-quedara-ciego/