Los padres tenemos una tarea muy importante, la tarea de ayudar a nuestros hijos. Es algo en lo que, probablemente, no pensamos en el momento de tenerlos. No sabemos la gran cantidad de trabajo que nos queda por delante.
No solo es cuidarlos, alimentarlos, hacerlos felices… Los padres tenemos que estar ahí, apoyarlos, hacer de ellos personitas que sepan lidiar con un mundo tan duro como en el que ahora estamos. Un mundo que les pondrá dificultades, un mundo que los tirará mientras ellos luchan por levantarse.
Pero, ¿qué estamos haciendo mal con ellos? Porque, aunque te cueste reconocerlo, a la hora de educar hacemos infinidad de cosas que no están bien, pero nosotros creemos que sí. ¡Vamos a descubrirlas!
LOS PADRES TENEMOS QUE ESTAR AHÍ.
Nuestro principal cometido como padres es estar ahí para nuestros hijos, de forma incondicional, con un amor que lo supera absolutamente todo.
Es más, ponte en el lugar de tu hijo, porque tú en algún momento estuviste ocupando su lugar. ¿Cómo fue tu infancia?, ¿tuviste unos buenos padres?, ¿hubo algo que te faltaba? No cometas los mismos errores que causaron en ti algún tipo de carencia. Es el momento de que sepas para qué estás ahí como padre:
Los padres estamos para darles a nuestros hijos permiso para vivir: porque muchos niños nacen en familias cuyos padres se engañan o reina la violencia. Tu hijo debe saber que tiene el derecho de tener, de vivir, de poder.
Los padres estamos para transmitir ideales a nuestros hijos: debemos inspirarlos para que cuando lleguen a jóvenes sepan qué esperar, hacia dónde dirigirse, qué son. Fomenta esto con frases como “sé que vas a lograr cosas grandes”, “espero cosas grandes de tu parte”.
Los padres estamos para impartir vida a nuestros hijos: porque en ocasiones los presionamos con multitud de actividades extraescolares y ellos deben disfrutar, ¡deben vivir!
Los padres estamos para proporcionar amor incondicional a nuestros hijos: un amor que no se puede comparar con cualquier otro, un amor que supera cualquier barrera física, cualquier barrera menta. Hagan lo que hagan, tu amor por ellos no debería cambiar.
Ahora que ya sabes para qué estás como padre, es el momento de que pongas en práctica todo lo que has aprendido, pero hay algo aún más importante que debes saber, algo en lo que fallamos constantemente…
DEJEMOS DE POTENCIAR LO NEGATIVO.
Es muy difícil verlo como padres, por eso nos vamos a poner en la perspectiva de cuando éramos niños. ¿Verdad que recuerdas la cantidad de castigos que recibías?, ¿alguna vez oíste “te comportas como un niño” (si eras niña)?
Durante nuestra infancia, hemos sufrido castigos y continuas broncas. En muchas ocasiones, estas venían dadas por nuestro comportamiento infantil. Pero… ¿es que acaso no éramos niños?, ¿cuándo podríamos comportarnos como tales?, ¿cuándo fuéramos mayores?
Siempre desde pequeños nos inculcan a ser mayores, ¡no nos dejan disfrutar de ser niños! Siempre hay que comportarse bien, aprender a ser mayor. Pero… ¿este es el camino?
Creemos que con estas indicaciones estamos haciendo un bien, cuando realmente es un mal. En vez de motivar, desmotivamos, hacemos que nuestros hijos se sientan mal. Mal con ellos mismos y con nosotros por no saber comportarse como debieran.
Un hijo es la mayor responsabilidad que puede asumir una persona
Son niños, ¡niños! Están aprendiendo, es más, nosotros continuamos aprendiendo tengamos 20, 30, 40 años, etcétera. ¿Qué podemos esperar de ellos?
Dales permiso para vivir, para comportarse como niños, dales permiso para equivocarse porque tú también te equivocas y cometes errores. Pero, sobre todo, deja de focalizarte en todo lo que hagan mal y empieza a incidir en aquello que hacen bien.
Por ejemplo, en vez de apuntar que lo mal que han recogido sus pinturas o que han pintado la mesa, simplemente enséñales que para la próxima deben utilizar un cubremesas o cualquier otra cosa que les sirva para proteger los muebles.
Ellos no saben lo que podría pasar e incluso aunque se lo digas probablemente ¡se les olvide! Pero, no incidas en lo negativo, reoriéntalo hacia una enseñanza positiva.
¿Qué equivocaciones has cometido tú con tus hijos? Lo más importante y con lo que debes quedarse es que siempre debes estar ahí para él, además de que debes fomentar lo positivo y dejar de reincidir en lo negativo. ¿Preparados para ser unos buenos padres?
Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/los-padres-estamos-para-ayudar-a-nuestros-hijos/
No solo es cuidarlos, alimentarlos, hacerlos felices… Los padres tenemos que estar ahí, apoyarlos, hacer de ellos personitas que sepan lidiar con un mundo tan duro como en el que ahora estamos. Un mundo que les pondrá dificultades, un mundo que los tirará mientras ellos luchan por levantarse.
“Los hijos aprenden poco de las palabras; solo sirven tus actos y la coherencia de estos con las palabras.”
-Joan Manuel Serrat-
Pero, ¿qué estamos haciendo mal con ellos? Porque, aunque te cueste reconocerlo, a la hora de educar hacemos infinidad de cosas que no están bien, pero nosotros creemos que sí. ¡Vamos a descubrirlas!
LOS PADRES TENEMOS QUE ESTAR AHÍ.
Nuestro principal cometido como padres es estar ahí para nuestros hijos, de forma incondicional, con un amor que lo supera absolutamente todo.
Es más, ponte en el lugar de tu hijo, porque tú en algún momento estuviste ocupando su lugar. ¿Cómo fue tu infancia?, ¿tuviste unos buenos padres?, ¿hubo algo que te faltaba? No cometas los mismos errores que causaron en ti algún tipo de carencia. Es el momento de que sepas para qué estás ahí como padre:
Los padres estamos para darles a nuestros hijos permiso para vivir: porque muchos niños nacen en familias cuyos padres se engañan o reina la violencia. Tu hijo debe saber que tiene el derecho de tener, de vivir, de poder.
Los padres estamos para transmitir ideales a nuestros hijos: debemos inspirarlos para que cuando lleguen a jóvenes sepan qué esperar, hacia dónde dirigirse, qué son. Fomenta esto con frases como “sé que vas a lograr cosas grandes”, “espero cosas grandes de tu parte”.
Los padres estamos para impartir vida a nuestros hijos: porque en ocasiones los presionamos con multitud de actividades extraescolares y ellos deben disfrutar, ¡deben vivir!
Los padres estamos para proporcionar amor incondicional a nuestros hijos: un amor que no se puede comparar con cualquier otro, un amor que supera cualquier barrera física, cualquier barrera menta. Hagan lo que hagan, tu amor por ellos no debería cambiar.
“Lo que se les dé a los niños, los niños darán a la sociedad.”
-Karl A. Menninger-
Ahora que ya sabes para qué estás como padre, es el momento de que pongas en práctica todo lo que has aprendido, pero hay algo aún más importante que debes saber, algo en lo que fallamos constantemente…
DEJEMOS DE POTENCIAR LO NEGATIVO.
Es muy difícil verlo como padres, por eso nos vamos a poner en la perspectiva de cuando éramos niños. ¿Verdad que recuerdas la cantidad de castigos que recibías?, ¿alguna vez oíste “te comportas como un niño” (si eras niña)?
Durante nuestra infancia, hemos sufrido castigos y continuas broncas. En muchas ocasiones, estas venían dadas por nuestro comportamiento infantil. Pero… ¿es que acaso no éramos niños?, ¿cuándo podríamos comportarnos como tales?, ¿cuándo fuéramos mayores?
Siempre desde pequeños nos inculcan a ser mayores, ¡no nos dejan disfrutar de ser niños! Siempre hay que comportarse bien, aprender a ser mayor. Pero… ¿este es el camino?
Creemos que con estas indicaciones estamos haciendo un bien, cuando realmente es un mal. En vez de motivar, desmotivamos, hacemos que nuestros hijos se sientan mal. Mal con ellos mismos y con nosotros por no saber comportarse como debieran.
Un hijo es la mayor responsabilidad que puede asumir una persona
Son niños, ¡niños! Están aprendiendo, es más, nosotros continuamos aprendiendo tengamos 20, 30, 40 años, etcétera. ¿Qué podemos esperar de ellos?
Dales permiso para vivir, para comportarse como niños, dales permiso para equivocarse porque tú también te equivocas y cometes errores. Pero, sobre todo, deja de focalizarte en todo lo que hagan mal y empieza a incidir en aquello que hacen bien.
Por ejemplo, en vez de apuntar que lo mal que han recogido sus pinturas o que han pintado la mesa, simplemente enséñales que para la próxima deben utilizar un cubremesas o cualquier otra cosa que les sirva para proteger los muebles.
Ellos no saben lo que podría pasar e incluso aunque se lo digas probablemente ¡se les olvide! Pero, no incidas en lo negativo, reoriéntalo hacia una enseñanza positiva.
“La tarea de un padre es motivar, alentar a que sus hijos descubran su propio camino, porque cuando lo descubran no van a apartarse de él”
-Bernardo Stamateas-
¿Qué equivocaciones has cometido tú con tus hijos? Lo más importante y con lo que debes quedarse es que siempre debes estar ahí para él, además de que debes fomentar lo positivo y dejar de reincidir en lo negativo. ¿Preparados para ser unos buenos padres?
Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/los-padres-estamos-para-ayudar-a-nuestros-hijos/