lunes, 14 de diciembre de 2015

TIPOS DE ACTIVIDADES PARA EL APRENDIZAJE DE LA ESCRITURA.

Desde pequeños en la escuela infantil iniciamos el adiestramiento de los niños para preparlos para los aprendizajes futuros, y uno de estos aprendizajes es la escritura. 
En el aula se proponen ejercicios que ayuden a los niños a desarrollar el autocontrol de su propia fuerza y el de la presión digital, asimismo como la coordinación oculo-manual que influirá directamente en su desarrollo del grafismo que desembocará en la escritura.


Las actividades que propondremos a los alumnos en estas edades para conseguir que lleguen a un dominio de su capacidad grafomotora se pueden dividir en varios apartados según el aspecto más importante que trabajan. 
Así pues, las podemos dividir en:


– Actividades que trabajan la direccionalidad de los trazos: Este tipo de actividades  trabaja especialmente el movimiento de ojos izquierda-derecha, arriba-abajo, el sentido de rotación, siguiendo (o no) la dirección de las agujas del reloj.

– Actividades que trabajan  el control óculo-manual y la independencia mano-brazo/dedos-mano: con ejercicios que activan el movimiento de los brazos, de las manos y de los dedos los niños irán ganando soltura en su control del trazo.

– Desde el área de Educación Plástica también hemos de trabajar estos aspectos, ya que se ha de tener en cuenta dos aspectos: el primero es el dominio del instrumento (lápiz, pincel, tijeras, punzón, lápiz de ceras). 
Sobre todo el uso de los pinceles y la pintura es insustituible a la hora de aprender a dominar el uso de la mano. 
El segundo aspecto es el dibujo como medio de expresión. 
El dibujo ayuda al niño a comunicar sus vivencias, cosa que no es capaz de hacer solamente a través del lenguaje oral y del gesto. 
Es muy importante que los niños expresen lo que viven con el grito callado de las imágenes de un dibujo.


– Y, como último paso previo a la escritura en sí (la preescritura), empezamos a trabajar el trazo específico de cada letra. 
Hay varias opciones en este punto, algunos docentes prefieren el uso de una pauta (tipo Montessori) ya que consideran que es positivo para el aprendizaje, porque que ayuda a estructurar mentalmente el campo perceptivo de la letra, implica un esfuerzo y marca bien los espacios de cada letra, para que no cabalgue una sobre otra, procurando que la letra sea inteligible.  
Otra tendencia en la que se permite al niño trazar sin pauta las letras, considerando que debe tener libertad para expresarse y que más adelante será el momento de definir y pulir los trazos. 
Y, la última en la que los docentes alternan las dos expuestas anteriormente, dependiendo de las actividades concretas que se propongan a los niños.


Fuente: http://actividadesinfantil.com/archives/10177