lunes, 20 de abril de 2015

RECOMENDACIONES PARA AYUDAR A LOS NIÑOS CON TDAH

Los niños que presentan un déficit atención demandan más tiempo de los mayores que los rodean (padres, maestros), quienes generalmente, no encuentran la manera de que se queden tranquilos, les obedezcan y no molesten a los demás niños. Debemos aceptarlos tal y como son, cosa que no significa que les dejemos hacer lo que quieran, sino que buscaremos  actividades adecuadas a sus características, que les permitan mejorar en su día a día.


Los especialistas nos aconsejan que ya que estos niños son normalmente desorganizados, los adultos que les servimos de modelo debemos darles un orden desde afuera, para que puedan seguir unas pautas que les ayuden a madurar. Suelen necesitar más apoyo de lo habitual y  mucha constancia.
 

Algunas de las recomendaciones que nos dan los especialistas para que las
llevemos a cabo con los niños con TDAH son las siguientes:

– Asígnele responsabilidades tanto el casa como en la escuela. Es mejor que el mismo las escoja y se comprometa a cumplirlas. (Recoger los juguetes, poner la mesa, repartir los colores, etc…).

 – Ayude al niño a emplear sus habilidades como compensación de sus limitaciones o alteraciones.

 – Intente mejorar su autoestima, ayudándolo a darse cuenta que es necesario y positivo para los demás, favoreciendo además al cambio de la imagen de “niño problema” y facilitando la adaptación de él con los demás.

– Demuéstrele cariño y aceptación a través de constantes caricias, cosquillas, besos o juegos. Tenga siempre en cuenta que el niño hiperactivo necesita gran cantidad de contacto físico y afecto .

-Intente fomentar la capacidad del niño para concentrarse en lo que está haciendo, reduciendo los estímulos altamente perturbadores y distractores en su entorno.

– Realice con el niño ejercicios de relajación y de reducción de tensión varias veces al día: cinco minutos en la mañana y cinco o diez en la tarde. Trate de ser un modelo de cómo permanecer quieto y concentrado. Lo ideal es que el resto de la familia o compañeros de clase también participen.

– Debemos ir intercalando periodos de descanso con los de trabajo, ambos con una duración de veinte a treinta minutos. Gradualmente se podrá ampliar los periodos de estudio y disminuir los de descanso.

– Hay que crear  un clima adecuado para el estudio, esto implica espacio, silencio y un lugar fijo, donde cuente con los materiales para que no sea necesario interrumpir su trabajo.

– Ayúdelo a organizar el estudio, creando en conjunto un horario o programa.

 – Proporciónele un diario mural donde pueda tener acceso a su horario de clases y tareas pendientes, por ejemplo.

– Apoye al niño cuando sea necesario. Responda sus dudas, ayúdelo a organizar su trabajo, coopere con la búsqueda de material. Evite hacer sus trabajos o actividades por él o ella, deje que los realice por su cuenta.

 – Se ha observado que se logra mejores resultados con estos niños cuando se dan las instrucciones o se les habla en tono bajo o individual.

 – Ayude al niño a focalizar su atención mediante instrucciones y acercándose físicamente, realizando cambios de inflexión de voz o haciendo alguna seña para que fije su atención en el lugar que sea necesario.

– Si comete algún error, intente que el niño lo descubra por sí mismo, guiando o realizando preguntas abiertas. No se recomienda borrar su error. Deje que el niño lo haga, corrigiendo y entendiendo por qué se equivocó.

– Refuerce constantemente de manera positiva sus logros, estimulando sus habilidades y capacidades.

 En cuanto al manejo conductual, es recomendable poner límites , establecer reglas claras y consistentes frente a su comportamiento y desempeño escolar. Respetar y ser consecuente con las normas establecidas es garantía de éxito en la tarea de educar a un niño con déficit atencional.
 

Fuente: http://actividadesinfantil.com/archives/9446